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GHOST WORLD

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 Acabo de ver una gran película llamada GHOST WORLD, la verdad que me senti muy identificada con la protagonista, y creo que la mayoría de jóvenes lo hacen, al menos aquellos que idealizamos la rareza.  En este momento de mi vida me encuentro enfrentando la difícil situación que compone la transición a la madurez, a la REAL madurez, y es que no sé si quiero. Pues estaba tan cómoda con mi vida, en la escuela sacando buenas notas y conmigo misma, viviendo en un mundo de fantasías donde todos mis caprichos eran protegidos por mi edad. Todo comenzó a cambiar cuando me enamoré y amé por primera vez, conocí una parte de mí que jamás imaginé y que me costaba aceptar. De a poco mis intereses comenzaron a mutar, se volvieron más superficiales y me convertí en lo que siempre odié. Hoy en día no me valoro lo suficiente, poseo una baja autoestima y dudo de mis capacidades. Además, sigo aferrándome a la idea de estar con Nata aunque sea teniendo encuentros sexuales, y me niego a creer que él en rea

Otra vez

  Otra vez soñé con él. No hay día en que no me levante habiéndolo soñado, soñar con que vuelve o que yo lo convenzo. Que nos encontramos o yo lo busco, que le hablo y me mira a los ojos; y al fin cede abrazándome, yo lo abrazo tan fuerte para que no se me escape otra vez. Me afecta más de lo que creí, conscientemente pensé evitarlo pero mi inconsciente me recuerda constantemente lo mucho que me duele su partida, esta vez, definitiva. Me pregunto qué tengo que hacer... Las veces que me dejé llevar por mis impulsos dieron como consecuencia desatres graves. Quiero recuperarlo, pero si lo hago, ¿estaría bien? Sabiendo que tantas veces lo lastimé, teniendo en cuenta que velo por un futuro en el que quizás él o una relación seria no encajen.  ¿Tengo que cortar por lo sano, o tengo que hacerle caso a mi corazón?  La cagué mil veces, sólo sé que ahora puedo darme cuenta de muchas cosas que antes no; cosas que hice mal, cosas que no valoré y actos que jamás volvería a cometer de nuevo con la p

Mi historia en el Sistema Educativo

22/3/2022  3:00 a.m. Mis primeros años de secundaria (1° y 2°) transcurrían en el partido de Pilar, Del Viso.  Como toda buena escuela bonaerense, se caía a pedazos. La infraestructura era pésima, el gestionamiento peor y los profesores parecían carecer del mérito de su propio título, dada su poca vocación. Se imaginarán que poco aprendí, al igual que la mayoría de los chicos de esos lares, lamentablemente. (He aquí una de las razones por las cuales, la mayoría de ellos no logra pasar el CBC, y la razón de ser del mismo. Pues es sabida la miserable base de conocimiento que poseen mis queridísimos compañeros humildes).  Luego, a partir de 3° año de secundaria sobrellevé la misma en la escuelta técnica 2 de Bahía Blanca (quizá con algunos vaivenes, en donde presencié por cortos períodos de tiempo en saltos efímeros, la técnica n°4 y la media 3). Se imaginarán, mi primer año en "La Técnica" fue desastroso, pues debía compensar esa base endeble que se me había otorgado, y así lo

Dado que anoche...

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 Convalecer, adolecer, la consciencia en tu cuerpo vuelven las horas eternas Tan sólo la música puede sacarme de esa horrible meditación. Gotitas de agua, inspiro fresca brisa, la noche me envuelve y decido danzar. Dicha de centella que acompaña mi brusco movimiento, aun cuando no debería, pues si mi enfermedad me carcome el cuerpo, que no lo haga con mi alma, que le dejo mi esencia al viento.  No volverías a triunfar en tu alma, yo sé que harías largos viajes por llegar; y nada más acertado que eso.  A veces necesitamos enfermar algo para sanar otro. 

Eterno y verde

El ritual nocturno  cuando llegan las horas de la madrugada, donde la mente se pone reflexiva e introspectiva, ese lugar especial en donde abunda el silencio.  Ya cansada de navegar por internet, lo único que quiero es mi brebaje verde caliente que me energiza para seguir con la larga noche, donde preparo mi mente para la magia y la fantasía que me espera, al abrir un buen libro, al someterme al mundo que atienen las páginas, engañosas de letras aburridas pero que sólo la mente le da forma de montañas y paisajes, vida y emociones. Donde trafalgar tomó 6 tazas de café para contar su historia, donde Ana Frank descubrió el amor que le tenía a su vecino y jamás pudo declararse, donde Silvina Ocampo me desafía con sus sorpresas, Maria Elena Walsh con la infancia inverosímil, donde Smith conoce a Julia e intentan vivir el amor en el peor mundo distópico dominado por Big Brother, donde en Fahrenheit incendian una casa siendo bomberos, para salvar a la humanidad de la educación, Frankenstein s

Creo que perdí algo, pero no estoy seguro de qué

 La gran vorágine del 2020, estoy segura de que en ese año tan insólito, algo se me extravió. Pero encontré..., el lago en donde se miró narciso, encontré el lago donde quise hundirme al amar mi semejanza, y donde me ahogué para fusionarme y elevarme del charco... como una resplandeciente flor. Como buena flor, tuvimos nuestra época donde se nos cayeron los pétalos, pero poco a poco luchamos contra la gravedad para llevar el amor al núcleo y florecer, una vez más.  Encontramos en nuestro interior, todo aquello que en el transcurso de la vida nos fue fascinando, y logramos aglomerarlo en conversaciones nocturnas, fantaseando como buen adolescente en cumplirlas algún día, compartiendo la misma emoción.  No me importa compartir algo tangible, me importa la mutua abstracción comprendida entre ambos, la paulatina emoción que se tiene a medida que se va verborreando, y por último el pico de placer donde nos hayamos comprendidos y valorados.  Prometo seguir siendo aquello que te dio vitalidad

Ana y el Periplo Espacial

 ANA Y  EL PERIPLO ESPACIAL.  Querido pedazo de papel: Aquel día soleado decidí investigar un poco sobre los elementos químicos existentes, mi maestra es una apasionada en ese tema e hizo que el interés surgiera en mí, (considero que eso es ser un buen maestro), en fin, voy a comprar esa supuesta tabla periódica de la que tanto hace mención. Salgo de mi casa, el cielo está encapotado y me da la sensación de que pronto lloverá, así que me apresuro a entrar a la tienda del señor Sandro; muy amablemente me recibió -¡Querida Anita! ¿qué se te ofrece? -Buenas tardes señor Sandro, ¿vio qué día el de hoy? Por favor, quisiera una tabla periódica -Sí Anita, está por llover, ya era hora. ¿Una tabla periódica? A ver..., creo que no quedan. Agrega: -Edii'!! ¿Quedan tablas periódicas? Se acerca la señora Edith, amable y elegante.  -Sí, acá están. No sabés buscar vos.  ¡Qué tal Anita! Salgo de la tienda muy contenta con mi tabla periódica y al llegar a casa, me apresuro a escribir en mi diario: